Bajo el formato de cancha abierta, socios y socias fueron rotando sus parejas y jugaron varios partidos cortos. Nicolás Arano, el profesor de la escuela de pádel, fue el encargado de ordenar los encuentros.
Hacia el final de la jornada, hubo sorteos entre los participantes: los premios fueron diversos artículos de pádel y entradas al Museo River. Fue una jornada deportiva recreativa donde el pádel va creciendo dentro de la comunidad riverplatense.